Para determinar si un medidor de nivel ultrasónico necesita ser reemplazado, se debe realizar una evaluación exhaustiva basada en la frecuencia de fallas del equipo, el grado de degradación del rendimiento, los costos de mantenimiento y el cumplimiento de la seguridad. A continuación se presentan criterios y escenarios de juicio específicos:
Después de múltiples calibraciones (por ejemplo, calibración de tanque vacío/tanque lleno, calibración de compensación de temperatura), el error de medición aún excede el rango nominal del equipo (por ejemplo, ±0,5% FE), y la desviación persiste de forma estable (por ejemplo, consistentemente más alto/bajo en un valor fijo).
Ejemplo: Para un medidor de nivel con un rango de 10 metros, el error real excede ±5 cm durante mucho tiempo, lo que afecta la medición de la producción (por ejemplo, dosificación, estadísticas de inventario de almacén). Si se excluyen factores externos como la instalación, el medio ambiente y el entorno (por ejemplo, no hay mejora después de la reinstalación), indica que los componentes principales del sensor (cristal piezoeléctrico, circuito de procesamiento de señales) han envejecido y fallado.
Las ocurrencias irregulares de "pérdida de señal" o "alarma de falla" persisten incluso después de reemplazar la sonda, el cable y los bloques de terminales. Además, la autoprueba de la unidad principal muestra anomalías de hardware (por ejemplo, códigos de falla para circuitos detectados por el software dedicado del fabricante).
Ejemplo: En condiciones normales de funcionamiento (sin interferencias severas, sin adherencia del medio), la desconexión ocurre más de 3 veces al día, y el dispositivo necesita reiniciarse cada vez para recuperarse. Esto afecta gravemente el control automatizado (por ejemplo, pérdida del control de enlace de bomba-válvula).
Los componentes principales (por ejemplo, sonda, placa principal, módulo de alimentación) deben reemplazarse varias veces en un corto período (por ejemplo, dentro de seis meses), y el costo de mantenimiento acumulado alcanza más del 50% del precio de una unidad nueva.
Ejemplo: La sonda se reemplaza dos veces en seis meses debido a la corrosión/envejecimiento, con un costo de 1.000 yuanes cada vez. Con una unidad nueva con un precio de 3.000 yuanes, un mantenimiento adicional ya no es económico.
Después de una falla del dispositivo, la producción se interrumpe debido a la falta de repuestos (por ejemplo, no hay piezas de repuesto para modelos antiguos) o un ciclo de mantenimiento que excede los 3 días (por ejemplo, el nivel del tanque no se puede monitorear, lo que obliga a la inspección manual o al cierre de la producción durante la espera). Las pérdidas indirectas son mucho mayores que el costo de una unidad nueva.
El envejecimiento de la carcasa/sellos (por ejemplo, óxido en la superficie a prueba de llamas de equipos a prueba de explosiones, endurecimiento de los anillos de sellado) conduce a una disminución del nivel de protección (por ejemplo, de IP67 a IP54). Esto puede causar accidentes de seguridad (por ejemplo, fugas de cortocircuito, fallas a prueba de llamas) en entornos húmedos, polvorientos, corrosivos o a prueba de explosiones.
Ejemplo: Un medidor de nivel a prueba de explosiones utilizado en un área química a prueba de explosiones no cumple con el estándar Ex dⅡCT4 después de dañar su superficie a prueba de llamas. Esto viola las regulaciones de seguridad y requiere un reemplazo obligatorio.
Las funciones del equipo no pueden cumplir con los nuevos requisitos del proceso (por ejemplo, el rango original de 5 metros es insuficiente después de la expansión del tanque a 8 metros, lo que lleva a una falla de medición debido al uso fuera de rango); o debido a los estándares de la industria actualizados (por ejemplo, mayores requisitos de precisión de medición), el equipo antiguo no cumple con los nuevos estándares.
Ejemplo: Después de actualizar a la certificación GMP en la industria alimentaria, los medidores de nivel deben tener sondas de grado sanitario (por ejemplo, material 316L+PTFE). Sin embargo, el equipo antiguo utiliza material ABS ordinario, que no puede cumplir con los requisitos sanitarios.
La vida útil de diseño de un medidor de nivel ultrasónico suele ser de 5 a 8 años (dependiendo del entorno operativo: puede acortarse a 3 años en entornos hostiles, o extenderse a 10 años en entornos limpios y de temperatura normal). Si el equipo ha excedido su vida útil de diseño, incluso si funciona temporalmente, su rendimiento puede colapsar repentinamente debido al envejecimiento de los componentes (por ejemplo, degradación del condensador, oxidación del circuito). Se recomienda reemplazarlo con anticipación para evitar riesgos.
- La precisión de la medición está fuera de control y no se puede calibrar;
- La frecuencia de fallas excede una vez al mes con altos costos de mantenimiento;
- Existen riesgos para la seguridad (por ejemplo, falla a prueba de llamas, nivel de protección insuficiente);
- El equipo ha excedido su vida útil de diseño sin repuestos disponibles;
- No puede cumplir con los requisitos actuales de producción/cumplimiento.
Si la falla es ocasional (por ejemplo, cableado suelto, contaminación de la sonda) y el equipo puede funcionar de manera estable después del mantenimiento, el reemplazo no es necesario. Su vida útil se puede extender mediante un mantenimiento mejorado (por ejemplo, limpieza y calibración periódicas).